Un caso emblemático lo constituye el emprendimiento de Sergio Cusmai, un autodidacta que estudiaba por su propia cuenta inteligencia artificial mientras cursaba en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Sus capacidades le abrieron las puertas de Inglaterra, donde viajó a estudiar Calidad de Software. Años más tarde, fue director ejecutivo sub 30 (CEO -30) en Nimbuzz que pertenecía al fondo Mangrove (inversor de Skype). Eso le dio un pasaje directo a Harvard, donde realizó un MBA (máster en administración de Negocios) abreviado. Así, con la satisfacción de haber completado un ciclo y con la valija llena de conocimientos, volvió a la Argentina y creó varios emprendimientos. El último fue Aipha-G, en el cual trabajó junto a Joaquín Pignata, especialista en realidad aumentada.

EL FOCO

Aipha-G se especializa en convertir experiencias virtuales en reales utilizando tecnologías exponenciales: para eso, emplea realidad aumentada e inteligencia artificial. Ahora bien, ¿qué implican estas tecnologías? La realidad aumentada, virtual y mixta permiten superponer información a la realidad física. Por ejemplo, se puede apuntar a un auto con el celular y saber de qué marca es, acceder a un manual interactivo que indique si tiene algún desperfecto o una cubierta desinflada. Se llama realidad aumentada, porque la realidad se aumenta/enriquece con información.

Por su parte, la inteligencia artificial es la capacidad de las máquinas para sacar conclusiones. Busca replicar las capacidades de inteligencia humana en una máquina: existen varios procedimientos para “enseñarles”, como el machine learning. Este emprendimiento tiene comercialmente dos líneas de trabajo. Por un lado, brinda servicios de realidad aumentada e inteligencia artificial, servicios a medida de lo que se les solicita. Por otro, su producto estrella: presencia aumentada, que es la fusión de la realidad aumentada con la inteligencia artificial.

PRESENCIA AUMENTADA

Lo que Aipha-G busca por medio de la presencia aumentada es unir dos partes. En las videollamadas, en las que vemos sólo cara y cuello, nos perdemos de todo el lenguaje corporal de la otra persona y los seres humanos estamos acostumbrados a empatizar a través de las gestualidades.

“El abanico de posibilidades en los que se puede emplear esta tecnología es infinito. Por caso, algo simple: quiero comprar una prenda en un shopping, entonces me conecto con el vendedor, lo proyecto en el living de mi casa y replico la experiencia de compra física. De la misma manera, se puede aplicar en la medicina: imaginemos un paciente que no puede movilizarse. Un médico lo puede atender desde cualquier parte del mundo, como si lo tuviera parado frente a él; puede acercarse al paciente, verlo y diagnosticarlo como si estuvieran en contacto”,grafica Sergio.

Hoy, Aipha-G se especializa en la industria 4.0 y en el agro, sectores donde es una herramienta muy potente y genera muchos ahorros: si se rompe una máquina, cualquier técnico, en cualquier parte del mundo, puede ingresar al artefacto y ver dónde está el desperfecto.

APOYO PROVINCIAL

Aipha-G resultó beneficiario del Fondo de Co inversión para Emprendimientos 4.0, de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender. Este programa tiene como objetivo promover el flujo de capital emprendedor en proyectos de la provincia de Córdoba que desarrollen tecnologías enmarcadas como principales en la industria 4.0 a través de la co inversión pública en estadios semilla, temprana y escalamiento.